En 1248 se construye la iglesia de San Ildefonso entre otras, debido a la expansión vecinal y cristianización de la ciudad tras su conquista en 1246 por Fernando III el Santo. En sus inicios fue una parroquia pobre, hasta la noche del 10 al 11 de junio de 1430, que se produjo el Descenso de la Santísima Virgen María a Jaén en forma de Celestial Procesión, deteniéndose en dicha iglesia, a partir de entonces se convirtió en Santuario; esto y el hecho de que el arquitecto Andrés de Vandelvira se enterrara en ella (aunque no existen pruebas de ello, más allá de su voluntad expresada bajo testamento, de que el lugar de su entierro fuera la capilla de la Virgen), hizo que adquiriera notoriedad. La iglesia tuvo mejoras como la portada gótica (S.XVI), portada renacentista (S.XVI), sacristía (S.XVII), retablo de la V. de la Capilla (S.XVII) y retablos barrocos (S.XVIII). El 8 de junio de 2010, el papa Benedicto XVI declaró el templo Basílica menor en correspondencia a su trayectoria devocional y apostólica.